Esta temporada ha sido impresionante, o por lo menos ha dejado un sabor distinto a muchas otras campañas que se han definido en la última válida. La situación de McLaren ha sido la cereza que decora este pastel, sin dejar atrás lo belicoso de la relación Alonso-Hamilton, que más que darle color al asunto, lo que ha hecho es dejar mucho que desear para los fanáticos de la Fórmula 1.
Muchos apuestan a lo más difícil en Brasil: ver coronarse campeón Mundial a Kimi Raikkonen, otros prefieren a Hamilton, por la simpatía que despertó desde el mismo inicio de temporada, y pocos, pero muy pocos, quieren ver a Alonso ganar su tercer Mundial. He rebisado minusiosamente la prensa mundial en busca del porqué de este aborrecimiento hacia Fernando, y salvo contadas columnas y notas de la prensa española, la antipatía hacia el piloto español ha sido casi unánime.
Creo, en mi muy humilde opinión, que Alonso se metió en un asunto del que creyó salir bien parado, pero a la final no pudo ser. Confió en que haciendo "el deber ser" quedaría como el bueno de la película, pero a la final fue el villano más odiado. Y ya poco o nada puede hacer, sólo intentar ganar el campeonato, aprovechado su buena suerte. Pero, hasta ganar el cameponato ha sido tildado para muchos como un "chiste".
Hamilton, si es que McLaren merece tener un campeón mundial este año, es quien verdaderamente recoje los méritos suficientes para coronarse. La situación de los puntos que la FIA implantó hace tres años, dándole una diferencia de sólo 2 puntos entre el ganador y el segundo lugar, le quita méritos a quien hace el mayor esfuerzo por triunfar en una válida. Anteriormente —para quienes no lo recuerdan—, la diferencia era de 4 puntos. Si eso aún fuera así en nuestros días, ya hace rato que Hamilton habría ganado el campeonato, pero la directrices del máximo ente rector lo han puesto a sudar hasta el GP de Brasil.
Hay quienes, con un instinto más radical, prefieren ver coronarse a Raikkonen, pero las matemáticas no están a favor del piloto finlandés, porque tendrían que suceder una serie de cosas más complejas que un simple primer lugar para él. La diferencia entre Raikkonen y Hamilton es de 5 puntos, lo que obligaría a Raikkonen a ganar y que Lewis llegara por detrás del 5º puesto o simplemente no puntuara, pero, además, tendría que tener la suerte que Alonso llegar por detrás del 4º o dejara de puntuar también. Es decir, si alguien las tiene difícil es Kimi.
Por su parte, Alonso tendría que ganar y esperar que Hamilton no puntúe o logre 3 puntos o menos en Brasil para coronarse campeón. La diferencia de 4 entre ambos le da cierta ventaja a Hamilton. Pero si la situación de los puntos fuesen como hace tres años, Hamilton habría ganado el cameponato en China, con todo y su retiro. Pero lo que hay es lo que vale.
Así pues, servida la mesa como está y al ritmo de la samba veremos quién se queda con el anhelado cameonato 2007. Ya el año próximo habrá borrón y cuenta nueva.
13/10/07
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