10/8/07

Y el ganador es...


Aprovechando estas tres semanas de vacaciones que tendrá la Fórmula 1, hasta que se reanuden las actividades el próximo 26 de agosto con el GP de Turquía, las escuderías reacomodarán sus estrategias, estudiarán a sus rivales, sacarán cuentas con respecto a sus posibilidades de cara al final de la temporada y, algunas, tratarán de aminorar la presión que genera tener a sus dos pilotos en disputa por el título mundial 2007.
Las opciones no están del todo claras para decir, a ciencia cierta, quién puede ser el piloto ganador este año ni la escudería campeona. Lo que sí se puede hacer es un análisis, a manera de referencia, que permita avizorar, en cierto modo, las posibilidades de pilotos y escuderías en los próximos 6 Grandes Premios.
Turquía. Circuito aún novedoso para el calendario de la F1. Debutó dentro del calendario en el 2005. Ese año el ganador fue Kimi Raikkonen, cuando estaba con los "Flechas de Plata". Su victoria fue contundente, sobre un Fernando Alonso que se estaba preparando para ser campeón por vez primera, sobre todo aprovechó esa válida en la que Schumacher tuvo que retirarse.
Es un trazado algo complejo, con un primer sector veloz con amplias y largas curvas que poco espacio dejan para los adelantamientos. Justo antes de entrar a la última etapa del circuito, una larga recta permite desarrollar a lo bólidos más de 330 km/h, siendo esta un sector propicio para los adelantamientos. Su recta principal es corta (350 m) y su extensión total es de 5.338 metros, lo que obliga a girar 58 veces para cubrir los 305 km reglamentarios que exige la FIA.
En 2006 el compañero actual de Raikkonen, Felipe Massa, se llevó la victoria, siendo este su primer triunfo en la Máxima Categoría. Una vez más, Fernando Alonso sería segundo, mientras que Raikkonen abandonaba en la primera vuelta debido a un accidente.
Para este año las condiciones son diferentes. Massa tiene mucha más experiencia y algo que siempre motiva a los pilotos: hambre de ganar. Ya probó la victoria una vez en Turquía y repetir es para el su principal anhelo. Mientras tanto, Alonso buscará recortar la distancia que lo separa de líder del campeonato, pero, aunque tiene las condiciones y el vehículo, las estadísticas demuestran que el triunfo se le ha hecho esquivo en Estambul.
Raikkonen, el más optimistas de cara al final de la temporada (y debe serlo, a ver si se espanta la mala suerte que lo ha ensombrecido últimamente). El finlandés no abandona su lucha por el campeonato, pero no es fácil, sobre todo para él.
Massa tiene aún en la memoria aquella maniobra en Nürgburgring, en la que Alonso le quitó el manjar de la boca. Quiere ganar, y el costo de la victoria poco le importará.
Alonso siente demasiada presión dentro de su equipo y, para colmo, el campeonato no está nada fácil. Tiene que ganar para reivindicarse, primero con él mismo, y segundo para demostrarle al equipo quién es el número uno.
Hamilton se la toma con soda, pero se está endiosando y ese es el peor mal que un deportista puede sufrir. Si logra contener su ímpetu y su soberbia, estará dominando el campeonato hasta la última carrera.

Italia. La carrera más veloz del calendario tendrá como escenario el legendario trazado italiano de Monza. Será la única carrera en suelo etrusco este año. Lo más importante en Monza es ser veloz y la ventaja en este particular la tienen los McLaren, los vehículos más veloces en el actual campeonato. Ferrari, sabiéndose en casa, buscarán la manera de colocar sus bólidos al frente al momento de la partida. La puesta a punto será crucial, como siempre.
Alonso es el piloto más veloz en carrera, pero no le bastará si no hace una buena clasificación. Adelantar aquí sólo tiene dos opciones: al final de la recta principal y antes de la curva 3.
Hamilton, siempre veloz en clasificación puede colocarse al frente en la Pole, pero si en la partida pierde algo de tiempo, tendrá que correr la mejor de sus carreras para poder optar al triunfo.
Massa, se sentirá inspirado por el público italiano que siempre va en bandadas a apoyar a sus pilotos. Estos mismos fanáticos aún recuerdan el triunfo de Schumacher el año pasado, y cualquier cosa menos que la victoria de Ferrari será un desastre para la fanaticada.
Raikkonen, es el más rápido de los dos Ferrari. Siempre y cuando no sufra algún percance o su bólido no se averíe, estará en la lucha por los primeros lugares. Monza es un circuito que le sienta bien por su tipo de manejo agresivo y veloz.

Bélgica. Vuelve la F1 a Spafrancorchamps. El año pasado no se corrió allí y el 2005 Kimi Raikkonen ganó con McLaren.
Es el circuito más largo en extensión de pista que tiene la Fórmula 1. 7.004 metros en cada giro de los 44 que recorrerán los pilotos para concluir esta carrera, agotadora e interesante.
Spa es uno de los circuitos más interesantes dentro del calendario de la F1. Para muchos pilotos es el trazado favorito, como lo era (o es) para Schumacher, quien debutó con Jordan en 1992.
Largas curvas, extensas rectas y la curva más veloz de la F1 están reunidas en este circuito. Se desarrollan velocidades cercanas a los 330 km/h y el juego de neumáticos que se escoja para esta carrera será crucial. la mayoría de las escuderías, en el pasado, optaba por colocar neumáticos duros, lo que le otorga una mayor longevidad en carrera pero aminora el agarre. Es un riego que habrá que correrse.
Hamilton. Ya ha corrido aquí antes, pero con un GP2. Su rendimiento fue bueno, pero en un F1 las cosas pueden ser distintas. Si su ventaja en el campeonato se mantiene para esta válida, estará entregando el todo por el todo en esta carrera.
Alonso. Siempre será favorito en Spa, y más con un McLaren. Acompañó a Raikkonen en el podio en 2005, pero este año querrá que sea Raikkonen quien lo acompañe a él. Siempre ha sido un piloto con una condición física aceptable, algo que se requiere en un trazado tan exigente físicamente como Spa.
Raikkonen. Ser el último ganador en este circuito le da cierto privilegio. es veloz y persistente, el triunfo no sería nada extraño para nadie en Spa.
Massa. Buscará aquí otra victoria este año. Ha demostrado que es un perro rabioso aferrado a su presa y no la soltará hasta verla inmóvil.

Japón. Suzuka era, hace unos años, la última cita del calendario. Por ahora será la antepenúltima, en la segunda incursión que hará la F1 en el Lejano Oriente. Es el trazado más técnico que tiene la F1. La sucesión de curvas en "S" que posee este circuito, su sectores lentos y sus curvas veloces lo ubican entre los circuitos más difíciles de toda la faz terrestre.
Fernando Alonso se llevó la victoria en año pasado, preparándose para el segundo título en su carrera. ¿Será este año una historia repetida?
Alonso. Por su experiencia será el rival a vencer. Siempre ha corrido bien en Suzuka y este, difícilmente, será el año de la excepción.
Raikkonen. Ser esta su séptima presentación en suelo nipón lo convierte en el más experimentado piloto para este circuito, dentro del exclusivo grupo de posibles campeones este año.
Massa. Siempre rendidor, el carioca siempre está presente cuando los demás cometen errores. Tiene el vehículo para ganar, lo demás dependerá sólo de él.
Hamilton. Ganar aquí no sería nada extraño, terminaría por adjudicarle el calificativo de fenómeno. No conoce el trazado, salvo por prácticas en simuladores. Pero en la realidad, las cosas son totalmente distintas.

China. Si de circuitos técnicos hablamos, Shangai no se queda atrás. Su curvón después de la recta principal es uno de los más difíciles de trazado alguno en todo el mundo.
A falta de un solo capítulo para concluir la temporada 2007, Shangai se convierte en una importante válida. Allí, quienes quieran remontar tendrán una buena oportunidad para hacerlo, y los punteros querrán ampliar su ventaja.
En el aspecto técnico, es importante que los monoplaza tengan una buena adherencia al asfalto, pero también una muy buena velocidad de punta. Shangai tiene una la recta más larga de todos los circuitos de la Máxima categoría: 1.200 metros. Justo después de terminar dicha recta, un cerrado curvón, colocado adrede para propiciar adelantamientos.
Alonso. En año pasado sintió alejársele el campeonato en esta válida, en la que llegó por detrás de Michael Schumacher. No querrá volver a sentir eso, por lo que la victoria es lo menos que puede buscar.
Hamilton. Si McLaren, por sus prestaciones, puede colocar a sus vehículos en un 1-2 en esta válida, Hamilton hará lo imposible por ser el primero en cruzar la meta.
Raikkonen. Aunque los puntos para esta válida no le den para ser campeón, Kimi estará luchando a brazo partido hasta el final. Si, por el contrario, de su desempeño en esta carrera dependerá su condición de campeón, veremos a Raikkonen involucrado en muchas cosas dentro de la pista, todas ellas buenas.
Massa. Siempre ha sido luchador y si su triunfo ayudará a su equipo para la corona de constructores, no dudará en lograrlo.

Brasil. Final carnestolendo. La F1 vio en Brasil un lugar ideal para concluir un campeonato. Desde 2004, Interlagos ha estado entre los últimos eslabones dentro de la cadena de circuitos que componen el campeonato mundial. Mover la fecha en la que habitualmente se corría allí (marzo), ha originado muy buenos resultados, pero ha traído otros inconvenientes: la lluvia. En plena temporada de precipitaciones en octubre, Brasil se convierte en una verdadera lotería a la hora de la carrera. Con lluvia o sin ella, seguramente se definirá quién será el campeón en esta válida. El agua sólo vendría a ser un ingrediente, más que condimentado, para el plato final de una reñida temporada.
Hamilton. Si en esta válida el joven británico aún tiene esperanzas de destronar a su compañero de equipo, no le temblará el pulso. No conoce el circuito y este podría ser el único obstáculo que pudiera enfrentar.
Alonso. Ya se coronó campeón en Interlagos sin necesidad de ganar. Volver a repetir esa hazaña no le vendría mal al asturiano.
Raikkonen. Siempre ha sido visto como un número 13 de mala suerte, un gato negro lo acompaña como sombra. Coronarse campeón en Brasil podría ser el fin de su mala racha.
Massa. Es el piloto de la casa. Hará valer su condición de anfitrión. Ya ganó aquí cuando no buscaba nada más que un triunfo en su tierra. Antes de él, Senna había sido el último brasileño en ganar en su país. Massa le demostraba a Barriquello en el 2006 que un carioca sí podía ganar con Ferrari en su tierra.

A mi juicio, nada se decidirá hasta que lleguen a Brasil. Se coronaría de esta manera uno de los campeonatos más intensos de los últimos 15 ó 20 años en la Máxima Categoría. El campeón está en McLaren, y puede que sea esta la escudería líder al final del torneo. Lo único que pudiera separar a la divisa británica de este sueño, sería la explosión definitiva entre Hamilton y Alonso. Un verdadero debacle para una temporada inolvidable. Mientras tanto, Ferrari comenzará a añorar, de verdad, verdad, la ausencia de Schumacher.

7/8/07

El agua que se rebosa

Si lo que vimos el sábado en las pruebas clasificatorias al GP de Hungría no es el acto más soberbio que una persona pueda cometer, entonces no sé cómo calificarlo.
Quedarse parado en los pits para que su compañero de equipo pierda tiempo y no le dé chance de hacer otra vuelta rápida es, sin duda, una muestra fehaciente de que en McLaren pasa algo, mucho más espeluznante de lo que a simple vista parece y mucho más complejo que una irrisoria rivalidad entre pilotos.
Exponerse a las críticas de los medios a nivel mundial, hacerse ver cómo el chico malo y no importarle un bledo, coloca a Fernando Alonso a un lado del camino, ruta que está servida en alfombra roja para Hamilton, el niño consentido de Ron Dennis. Pero, sabiendo Alonso el precio de esta maniobra, malcriada además, ¿qué lo habría motivado a hacerlo? ¿Qué lo llevó a poner en tela de juicio su caballerosidad deportiva? Esa misma que una y otra vez le juzgó a Michael Schumacher. Definitivamente la presión está haciendo mella en el campeón del mundo, o ya su situación dentro del equipo británico está al borde del precipicio.
Ahora, la otra cara de la moneda se ve reluciente y mucho mejor que su anverso. Me refiero a McLaren, con todo y Ron Dennis y su "hijito" Hamilton incluidos. El negocio que hizo Dennis al contratar a Alonso un año antes de vencerse su contrato con Renault, demuestra que el director inglés sabía que esto se avizoraba. A Hamilton lo preparó desde los 11 años, cuando financió sus inicios en el karting, desde entonces siempre veló por su progreso dentro del automovilismo. (Con un padrino así es mucho lo que se puede alcanzar.) Después, sabiendo que Hamilton solo, no podría hacer gran cosa dentro de su equipo, le coloca a su lado a un campeón mundial, alguien que sí sabe lo que es ganar y lo que es estar dentro de un equipo ganador. Hubiese apostado por Schumacher, pero era muy cuesta arriba ese lujo, o quizá por Raikkonen, pero el finlandés ni había ganado un campeonato ni tenía intenciones de quedarse en McLaren; entonces apunta hacia el español, quien había destronado a un leyenda como Schumacher en dos temporadas consecutivas y que además se veía bien dispuesto a la hora de poner los carros a punto y dirigir desde su volante las riendas del equipo. Ante esa oferta el español no podría desperdiciar una oportunidad como así, si quería conseguir su tercer título.
Sin restar méritos al Hamilton, es muy difícil que un novato pueda tener criterio a la hora de dar su punto de vista para mejorar las prestaciones de un F1 en uno u otro circuito. No se puede negar que el muchacho tiene talento y lo ha demostrado una y otra vez, pero en la F1 no sólo se gana con talento, si el carro no sirve, difícilmente podrás llegar a la meta, si no pregúntenselo a Barichello, por nombrar sólo a uno.
Teniendo a Alonso en la escudería, Ron Dennis no atrasó más la llegada de su pupilo. La receta estaba completa, sólo hacía falta llegar al primer día de carrera. Un podio, eso fue lo que consiguió Hamilton en Australia. Poco tiempo tardó Alonso en darse cuenta que era un foráneo dentro del equipo, que sus mecánicos, como todo buen británico, defenderían los resultados de Hamilton antes que los de él. Y es lógico. A partir de ese momento Alonso ha tenido que batallar contra 11 equipos y 21 pilotos para mantenerse en la lucha por el título. Aunque no parezca, su condición dentro de McLaren es de escudero; así a la luz pública no se vocifere, esa es la verdad.
El español ha sabido aguantar su "palo de agua" en McLaren, pero a veces su prepotencia y su arrogancia lo hunden y vuelve a ser el muchacho bocón que descalificó una y otra vez al prodigio alemán cuando competía contra él.
Mientras tanto, a Alonso sólo le debe importar estar siempre por delante de Hamilton y aprovechar esa ventaja que le dan las reglas de la F1 en la actualidad, las mismas que le permiten estar a 7 puntos del líder con un rendimiento menos efectivo. Al final, Alonso podrá decidir si volver a Renault, en donde las puertas jamás se le cerraron, o decirle a los directivos de McLaren que tendrán que esperar para poder ver a otro británico coronarse campeón de la Fórmula 1.